28/4/15

Carta de Verberett a los voluntarios de nuestro grupo scout

Querido voluntario,
Casi una semana después, todavía suenan con fuerza los ecos de VerbeRett II. Desde estas líneas queremos volver a agradecerte tu entrega, trabajo e implicación desde el primer momento. Sin ti esto no hubiera sido posible. Esfuerzo sobrehumano, paciencia, compañerismo y siempre una sonrisa puesta. Sin duda, este espíritu es la clave de que esta bendita locura haya sido un milagro por segundo año consecutivo.
Lo hemos vuelto a conseguir. El grano de arena de cada uno de nosotros ha hecho que VerbeRett vuelva a ser un éxito. En total se han recaudado 70.000 €, que se destinarán íntegramente a investigar la enfermedad. Esta cantidad permite ampliar un año la beca que se creó en 2014 con la recaudación de VerbeRett I, y que posibilitó la contratación de una bióloga para trabajar en un campo novedoso que se está llevando a cabo en el hospital San Juan de Dios de Barcelona, el único de España en el que se investiga la enfermedad.
Pero más importante que el dinero es la esperanza y la ilusión que VerbeRett provoca en miles de familias. En sólo dos años, el espíritu y la organización de esta verbena benéfica ha traspasado fronteras. En esta ocasión han venido 15 familias de distintas ciudades, y ya no hay rincón de España en el que haya una Princesa Rett que no conozca esta lucha que emprendemos juntos desde Málaga.
VerbeRett está llena de historias de magia. Como la de una familia malagueña con una niña recién diagnosticada que se cruza en el camino de uno de nosotros a pocos días de la verbena. O ese hombre que recorre 300 kilómetros para respaldar esta lucha, pese a que él perdió la suya y su Princesa se marchó para ser Ángel de la Guarda de las demás. Ahí estaba, en VerbeRett. Como estas, otras muchas historias.
Pero hay algo que no debemos olvidar. Esa sonrisa que durante unas horas dibuja VerbeRett en las familias que salen a la calle cada día acompañadas por la impotencia y la soledad. Esas lágrimas de felicidad y agradecimiento sobre el albero de La Malagueta de quienes miran cada día a la cara a la angustia y el miedo. No debemos olvidar esa puerta a la esperanza que gracias a ti hemos abierto a tantas familias que ya no se sienten tan solas y que llevan a Málaga en el corazón.
Estamos convencidos de que volverás a estar ahí, si hace falta, para seguir luchando y ayudando a que la vida sea menos injusta para estas familias y para esas pequeñas luchadoras. Porque todas las princesas merecen un final feliz.